Instrucciones Previas (testamento vital)
Solemos creer que nada malo nos va a pasar, pero cualquiera puede caer enfermo y verse privado de la razón o de la capacidad de comunicarse. Mediante las instrucciones previas (testamento vital) es posible dejar por escrito nuestra voluntad por si llega el momento en que no la podamos expresar, y eso es algo que hace falta conocer porque cualquiera podemos encontrarnos en ese escenario, incluso nombrando a un representante que habrá de velar por nuestra salud.
La evolución de la ciencia médica ha conseguido que ahora se curen enfermedades que antes eran mortales, que sea posible operar en ubicaciones antes imposibles, y sigue avanzando, lo que hace necesario no sólo plantear muy cuidadosamente las instrucciones que se pretenden dar sino también revisarlas periódicamente, porque si quedan obsoletas pueden no ser respetadas. Y así debe hacerse por el bien del propio enfermo.
Del mismo modo que hacemos testamento para cuando dejemos este mundo, o igual que contratamos seguros de vida por si sufrimos un accidente, el tiempo de dejar por escrito nuestra voluntad para un eventual futuro es ahora. Los propios profesionales sanitarios pueden aconsejar a sus pacientes acerca de cómo hacer las instrucciones previas, puesto que la evolución de muchas patologías es clara hacia situaciones en que el paciente no podrá expresar su voluntad.