Cómo recurrir multas

Llega una multa. ¿Sólo podemos pagar y callar? Discutir con la Administración puede ser frustrante, pero es posible hacerlo con posibilidades de éxito. Veamos cómo recurrir multas. Sean de tráfico, del Ayuntamiento, de la AEAT, de Trabajo o de cualquier organismo oficial.

¿Por qué nos multan?

Una de las capacidades que la ley concede a Administraciones y organismos públicos es la potestad sancionadora. Consiste en la posibilidad y capacidad de imponer «castigos» (sanciones) a quienes realizan actos expresamente establecidos como «incorrectos» (infracciones) en la normativa.

Entre esas sanciones o castigos están las multas, que son la obligación de pagar una cantidad de dinero. Aunque no son el único tipo de sanción, sí son las más frecuentes y conocidas.

Cómo recurrir multas

Si una Administración Pública (Estado, Comunidad Autónoma, Diputación, municipio…) o un organismo público (AEAT, Seguridad Social, DGT…) descubre que alguien vulnera la normativa y hay una sanción prevista para esa situación, puede iniciar el procedimiento sancionador. Porque esa es una de las claves: sin procedimiento no hay sanción.

Sin procedimiento no hay sanción

El procedimiento es sistema a través del cuál se llega al resultado de imponer una sanción a alguien. Es el cómo sancionar.

El procedimiento en sí es garantía para los ciudadanos. Si no se respeta, no vale lo que se hace. Y no vale la sanción.

Una de las primeras cosas que revisamos los abogados expertos en derecho Administrativo al recurrir multas es que todo el procedimiento se haya desarrollado correctamente. Que no siempre se cumple.

Esto mismo se aplica a todas las actuaciones de las Administraciones Públicas: el procedimiento es UNA de las garantías para los ciudadanos.

Conocer el procedimiento aplicable es esencial para saber cómo recurrir multas y aumentar las probabilidades de éxito del recurso.

¿Es posible recurrir cualquier tipo de multa?

Recurrir es un derecho de los ciudadanos.

Sean multas por exceso de velocidad, por aparcamiento o saltarse un semáforo. Por exceso de carga o un exceso de horas conduciendo. Multas impuestas por Inspección de Trabajo o Sanidad. O por la Inspección de Hacienda por una infracción tributaria. Todas ellas se pueden recurrir.

Hay que analizar las circunstancias del caso. Muchas veces se comenten errores de fondo o forma que permiten que sean anuladas. Por eso es tan necesario conocer el procedimiento sancionador.

Puede que se haya multado con insuficientes pruebas, y podamos demostrar que las cosas no son como dice la Administración. O pruebas mal obtenidas.

Es fundamental, entonces, saber identificar las causas que podrían dar lugar a una defensa válida, y por eso es altamente recomendable contar con el asesoramiento de un abogado experto en multas de tráfico, que pueda valorar cada caso de forma individualizada.

Pasos para recurrir una multa

Existen una serie de

1. Revisión del procedimiento

Lo primero es revisar el procedimiento. Lo que ha hecho la Administración hasta que la persona recibe la notificación con la sanción.

procedimiento administrativo

Errores formales, incumplir plazos, quién hace cada paso… Estas cuestiones podrían hacer nulas las multas.

Como ejemplos tenemos la falta de datos relevantes, fechas incorrectas, errores en la matrícula del vehículo. Incluso un defecto en el procedimiento de notificación.

Es clave detectar estos errores en el momento correcto. Es necesario contar con conocimientos legales para esto.

Si existen tales errores, es un indicio sólido de que la multa podría ser recurrida con éxito. Sin embargo, es crucial que se detecten estos errores en el momento adecuado, ya que el proceso tiene plazos estrictos.

2. Plazo para presentar alegaciones

Antes de que exista la obligación de pagar la multa nos tienen que haber dado la posibilidad de presentar alegaciones.

Presentar alegaciones es diferente de recurrir, y previo. También tenemos este derecho, y lo deben respetar. Si no se ha hecho, es motivo para recurrir la multa.

Tanto para presentar alegaciones como para recurrir tenemos un plazo. Los ciudadanos tenemos que respectar ese plazo o no valdrán ni las alegaciones ni el recurso. Nada de dormirse en los laureles.

3. Argumentos jurídicos y pruebas

Cuando nos sanciona, la Administración tiene a su favor la presunción de veracidad. Esto significa que se supone que todo lo que ha dicho es correcto y está bien hecho.

Pero podemos demostrar que no ha sido así.

El problema radica en que somos nosotros, los ciudadanos, los que tenemos que demostrar que lo que dice la Administración no es correcto. Por eso es TAN necesario conocer el procedimiento y aportar todas las pruebas que podamos para defendernos. Y hacerlo en el plazo legal.

Pruebas como fotografías, declaraciones de testigos o informes periciales que contradigan la versión de la Administración. Poder hacer que esa presunción de veracidad de la Administración se agriete y se vea la realidad. Al menos poner en duda lo que sostiene la Administración, como la calibración de un radar o el informe firmado por un Inspector de Hacienda.

4. Acudir al Juzgado

Es muy frecuente que la Administración se niegue a reconocer que lo ha hecho mal. Entonces es necesario acudir a juzgados y tribunales para que corrijan lo mal hecho por la Administración.

Por ejemplo, si un inspector de hacienda sanciona a una persona o empresa, cobra un variable adicional en la nómina, un bonus. Si el juzgado anula esa sanción, no tiene que devolverlo. Esto es noticia desde hace mucho.

Por eso es necesario acudir a la justicia en muchos casos: porque no hay incentivos para que apliquen correctamente la ley.

La vía contencioso-administrativa es necesaria en muchos casos, y son más de la mitad los casos en que los juzgados dan la razón a los ciudadanos.

Contar con un abogado con experiencia en este tipo de procedimientos puede marcar la diferencia.

Consejos para recurrir una multa

Cuando se trata de presentar alegaciones o recurrir una multa, es importante seguir una serie de recomendaciones que pueden aumentar las posibilidades de éxito:

  • Documentación: incluye toda la documentación relevante al caso, desde fotografías hasta testimonios. Debe estar bien fundamentado.
  • Precisión: hay que ser preciso. Nada de afirmaciones vagas. Los hechos deben quedar claramente expuestos y de modo que faciliten la comprensión; porque quien lo lee no sabe qué ha pasado en realidad. Las pruebas deben respaldar los argumentos.
  • Legislación: las alegaciones deben basarse en la normativa legal vigente. Por eso es tan importante que intervenga un abogado para recurrir la multa.
  • Paciencia: los ciudadanos tenemos que respetar los plazos, pero la Administración no suele hacerlo. Y los tribunales menos. Al recurrir una multa tenemos que saber esperar.

Conclusión: Defender tus Derechos al Recurrir Multas

Recurrir multas es un derecho del que todo ciudadano puede ejercer cuando considere que una sanción ha sido impuesta de manera errónea o injusta. El proceso es complejo y lleno de tecnicismos, pero con el adecuado asesoramiento legal es posible obtener una resolución favorable.

Presentar alegaciones y recurrir multas permite evitar muchas sanciones económicas. También puede evitar consecuencias más graves, como la pérdida de puntos, o el cierre de un negocio. Es fundamental tomarse el tiempo necesario para valorar las opciones y contar con el respaldo abogado experto en derecho administrativo.

Cuando recibas una multa, acude inmediatamente a un abogado. Infórmate de las posibilidades que tienes. Defiende tus derechos.

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