Quitar custodia por enfermedad mental: un análisis legal

La custodia de los hijos es un tema delicado y emocional. Cuando uno de los progenitores padece una enfermedad mental, pueden aumentar las preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de los menores involucrados. Puede ser necesario que le quite la custodia por enfermedad mental a un padre o una madre. En este artículo, exploraremos cómo una enfermedad mental puede influir para la modificación o revocación de la custodia sobre loe menores, y cómo un abogado experto en sanidad y familia puede ayudar a proteger los intereses de los niños y sus familias.

Quitar custodia por enfermedad mental: salud y familia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.» Hablamos de un concepto muy amplio y transversal que afecta múltiples aspectos de la vida de la persona. En este artículo vamos a centrarnos en dos de ellos, principalmente: el mental y el social, sobre todo en el entorno más cercano, la familia.

La salud mental forma parte de la salud y la vida cualquier individuo. Puede tener un impacto significativo en su habilidad para desempeñar un rol activo y responsable en la crianza de sus hijos. La ley reconoce esto y, en casos de divorcio o separación, los jueces evalúan detenidamente la salud mental de ambos progenitores al determinar la custodia y las visitas.

Quitar custodia por enfermedad mental

Quitar la custodia por enfermedad mental (o por cualquier motivo) es una decisión que no se toma a la ligera, y se reserva para situaciones en las que el bienestar de los menores está en riesgo.

Si un progenitor padece una enfermedad mental que afecta negativamente su capacidad para cuidar de sus hijos, es posible que el juzgado considere modificar los términos de la custodia. Se valora especialmente el posible riesgo que esa enfermedad mental de su progenitor puede tener para la integridad física, psicológica y emocional de los menores.

Valoración de la salud mental

Cuando se trata de casos de custodia que involucran enfermedades mentales, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva y objetiva de la situación. Los jueces toman en cuenta una variedad de factores al evaluar si una enfermedad mental afecta la capacidad de un progenitor para ejercer la custodia, como:

  • La naturaleza y gravedad de la enfermedad mental.
  • El grado de afectación de la enfermedad mental en la ida cotidiana de la persona y su entorno, especialmente en el autocuidado y cuidado de los menores.
  • El impacto de la enfermedad en la capacidad del progenitor para satisfacer las necesidades emocionales, físicas y educativas de sus hijos.
  • La historia clínica y la adherencia de la persona al propio tratamiento médico.
  • La posible existencia de comportamientos peligrosos o violentos relacionados con la enfermedad mental.
  • El apoyo familiar y social del progenitor, y su capacidad para gestionar su enfermedad mental de manera efectiva.

La carga de la prueba recae sobre la parte que solicita la modificación de la custodia. Es decir, que quien pretende modificar el régimen de visitas establecido es quien debe probar:

  • que existe esa enfermedad en determinada persona,
  • que esa enfermedad afecta negativamente a los menores.

Aplicamos la misma regla cuando es el propio enfermo quien pretende modificar el sistema de custodia y visitas establecido, por haber experimentado una mejora.

En todo caso, es necesario presentar evidencia convincente que demuestre que la enfermedad mental del progenitor pone en riesgo el bienestar de los menores. Esa evidencia pasa siempre por informes periciales de profesionales de la salud mental, y suele requerir la intervención de más de un profesional: cada parte suele llevar su propio informe, en línea de lo que le interesa, y el juez suele requerir que un tercer profesional le ayude a decidir.

Si no se llega a demostrar la existencia o incidencia de ese problema de salud, no será posible quitar la custodia por enfermedad mental.

Como decíamos, no es una decisión que se deba tomar a la ligera.

Quitar la custodia por adiciones

Hablemos de cómo la adicción a drogas, alcohol, juego, redes sociales, videojuegos… puede llegar a implicar que se quite la custodia por adicciones.

Las adiciones a diversos tipos de sustancias, a comportamientos y a tecnologías son un problema de salud, entendida conforme a la definición de la OMS, en todas sus vertientes: física, mental y social. Así se reconoce en las leyes de salud pública vigentes en España a nivel nacional y autonómico.

Las administraciones públicas sanitarias desarrollan desde hace años programas de prevención, tratamiento y desintoxicación de todo tipo de adicciones, tanto a sustancias químicas como a conductas. Incluso la tecnología ha traído un nuevo tipo de adicción no menos perniciosa: videojuegos, móviles, redes sociales…

Este tipo de problemas pueden, al igual que sucede con la salud mental, provocar la necesidad de quitar la custodia por adicciones, siempre con el objetivo de proteger a los menores.

El tratamiento jurídico de este tipo de problemas de salud es, a efectos prácticos, análogo al antes expuesto respecto a la salud mental. Para quitar la custodia por adicciones (o modificar el régimen de visitas) hay que acreditar que esa adicción supone un riesgo para el bienestar de los menores. Se debe demostrar tanto la existencia de la adicción como su incidencia negativa sobre los menores quien pretenda hacerla valer ante el juzgado. Y debe demostrarlo quien pretende modificar las medidas existentes.

Qué puede hacer un abogado

Contratar a un abogado experto en sanidad y familia es esencial para asegurar que se sigan los procedimientos adecuados y se presenten las pruebas adecuadas al solicitar la modificación de la custodia debido a una enfermedad mental. Tanto si es para quitar la custodia como para modificar la que existe. La labor del abogado es importante para:

  1. Asesorar sobre los aspectos legales relacionados con la salud mental y la custodia de los menores.
  2. Ayudar a recopilar evidencias, testimonios e informes de expertos como médicos, psicólogos y trabajadores sociales, para respaldar el caso.
  3. Velar por los intereses y derechos de sus clientes en el procedimiento judicial correspondiente.
  4. Colaborar con la parte contraria y el tribunal en la búsqueda de soluciones que protejan el bienestar de los niños y respeten los derechos de todas las partes involucradas.
  5. Ayudar en la creación de acuerdos de visitas supervisadas o coordinar servicios de terapia familiar para garantizar un ambiente seguro y saludable para los menores.

Quitar custodia por enfermedad mental: posibilidades

Cada caso de custodia es único y requiere un enfoque personalizado, adecuado al supuesto y a las pruebas con que se cuenta. Algunas posibilidades que se pueden considerar cuando se trata de quitar custodia por enfermedad mental incluyen:

  • Visitas supervisadas: si el tribunal determina que el progenitor con la enfermedad mental representa un riesgo para sus hijos, podría ordenar visitas supervisadas. Esto garantiza que los niños mantengan una relación con el progenitor, bajo un entorno controlado y seguro.
  • Terapia familiar: puede ser una herramienta valiosa para abordar los desafíos específicos que surgen en familias con enfermedades mentales. Puede mejorar la comunicación, fomentar la empatía y ayudar a los niños a comprender y manejar la enfermedad mental de su progenitor.
  • Planes de tratamiento y apoyo: un juez podría exigir que el progenitor con la enfermedad mental siga un plan de tratamiento específico y demuestre progreso en su salud mental antes de otorgar o modificar la custodia. En otro procedimiento podría llegar a acordarse el internamiento no voluntario de quien padece la enfermedad mental.
  • Evaluaciones y seguimiento: es posible que el tribunal requiera evaluaciones y seguimiento periódico del progenitor con la enfermedad mental para asegurar que su condición esté controlada y que no represente un riesgo para sus hijos.

Conclusiones

La custodia de los hijos y la enfermedad mental son temas complejos y sensibles. En casos donde la enfermedad mental de un progenitor pone en riesgo el bienestar de los menores, es crucial contar con el consejo de un abogado versado en estas materias para proteger los intereses de todas las partes involucradas, especialmente el de los menores.

No olvidemos nunca que los menores tienen derecho a relacionarse con normalidad y habitualidad con ambos progenitores. Las restricciones a este principio, basado en el bienestar de los menores, deben estar bien justificadas.

Por tanto, quitar custodia por enfermedad mental no puede ser una herramienta para dañar al ex. Debe ser una posibilidad muy medida y precavida en que se busque, sobre todo, el bienestar de los menores.

Como abogado especializado en sanidad y familia soy consciente de la dificultad de estas situaciones. Entiendo la importancia de proteger el bienestar de los niños y ayudar a las familias a encontrar soluciones que permitan a todos los miembros enfrentar y superar los desafíos relacionados con la enfermedad mental.

Si necesita asistencia en un caso de custodia que involucra enfermedad mental, no dude en ponerse en contacto conmigo en contacto@franciscolavale.es para explorar cómo puedo ayudarle.

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